De sueños y vuelos (todo lo que te lleva a decidir)

Y si tu único sueño es volar, volar, volar...

Ponlo a andar.

(Pueden parecer las palabras más trilladas de cualquier composición estética.Pero soñar y volar son algo así como equivalentes semánticos.Son los únicos conceptos eternos. Todo sueño es una forma de volar. Y volar, muchas veces, resume todo lo que sueñas. Ni siquiera el amor o el odio; la tristeza o alegría; el recuerdo o el olvido, tienen tanta cancha abierta como la noción de volar y soñar. Son como el valor de Pi. Aquel 3,1416.........)

Yo sueño:
Que no veo más escritorios continuos en una oficina.
Ni cubículos.
No oigo tecleos desesperados.
No hay jefes, ni cierres, ni aperturas.
Ni buenos días educados, ni malos días atorados.
Que no necesito tomar café para soportar la tarde.
Que lo que escribo es igual a lo que siento.
Que no tienen mis letras una camisa de fuerza.
Que el tiempo es mi ajedrez, que lo muevo
lo coordino, lo defiendo.
Que no necesito estar bien con todos
Que puedo no estar bien con nadie
Si eso supone estar bien conmigo misma.

Yo sueño:
Que me pagan por volar.
Que mis alas deciden su destino.
Que vuelo tanto como quiero, y no como puedo.
.Que mi soledad también surca cielos, atrapa vientos.
Que no estoy sola mientras tenga ganas de volar.
Que aterrizo sólo si quiero.
Que no me lanzan de la nube.

Yo vuelo:
Desde arriba, entiendo las mareas
el vaivén que les dicta la luna.
Veo amores, desamores. Todo camina junto, revuelto.
Veo el tiempo como línea indisoluble.
Y todos arrastrados por su tiranía.
Veo la risa de una niña (ella)  y entiendo que volar es tierra, también
Encuentro palabras y les doy cuerpo.
Entonces, vuelan.
Entonces, vuelo.

Yo vuelo:
Me confronto.
Me entiendo.
Te alejas, me alejo.
Yo vuelo para soñar.
Yo sueño y vuelo
para decidir
Y decido.

Decido seguir soñando

Y vuelo, lejos de aquí

En ese lugar donde empiezan los vuelos

(que es en los sueños)

Y antes de despegar

(Me iré)