Everybody's Changing
No soy igual que ayer. Y ya soy tan distinta a mañana. La autora Lo más estable que tenemos en el tiempo es la posibilidad de cambiar. De hacernos versiones distintas de nosotros mismos con cada ocaso del día. Mejores o peores, es relativo. Y ni siquiera vale la pena detener a valorarnos, a cuestionarnos si lo que fuimos tiene más o menos de nuestra esencia: Tiempo que pasa, verdad que huye. Simplemente, nos vamos haciendo distintos. Somos otros ánimos, otras motivaciones, otras preocupaciones. Destapamos otros frascos, cerramos algunos ductos de aire. Somos otros, y la suma de todos ellos, es lo que nos define. Debemos incluir, pues, a todos esos pedazos de nosotros que van en implosión cotidiana. Todos ellos son un parche en el collage de nuestra historia. Somos, a veces, males necesarios dentro de nuestro cuento. Asumir esa tendencia inexorable del cambio es una posibilidad para sobrevivir (nos) de mejor forma. Aceptarnos, entendernos y adaptarnos a una realidad que cam