Olé

La fórmula fácil, la noción sencilla es: "Agarre el toro por los cachos". Tienes la capa roja. Adquiriste en algunos de tus tantos traspiés y coordenadas incoordenadas los movimientos necesarios para esquivar los cuernos. Te balanceas de maravilla al compás del pasodoble. Pero de pronto, te das cuenta que el problema no es el filo de los cachos, sino su ausencia. Es que hay más toro de lo pensado y son inútiles tus banderillas ¿Cómo neutralizas al animalón? ¿Cómo correrle la vida? ¿Lo detienes todo? Porque el público igual espera sangre ¿o no?

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